Los ritos conclusivos de la Misa
Finalidad
Envío misionero
Compromiso liberador
Contenido
Avisos a la comunidad
Saludo y bendición
Despedida
El canto de Salida
Saber despedirse es todo un arte. Un canto fraternal puede darle a este final un tono más amable y agradable. Es preciso que el pueblo que ha participado en la celebración salga a la calle con un compromiso, con una esperanza, con la sensación de haber crecido en fraternidad y con la decisión de dar testimonio en medio del mundo.
Se forma la procesión de salida. La asamblea ha sido disuelta y es bueno que esta asamblea manifieste su alegría y su compromiso de vivir como cristianos eucarísticos.
El canto de salida no forma parte de la liturgia, nunca ha sido parte oficial del rito. Es un canto que se llama Ad libitum, es decir, los músicos están en libertad de planificar y escoger la música que propicie una terminación adecuada a la Misa.
Aunque algunos pastoralistas quieren suprimirlo, la psicología nos indica que no sería lo indicado, ya que cortar de esta manera la celebración no sería bueno.
Éste es el momento en el que, por ejemplo, el Ave María tan solicitado para el rito del matrimonio, puede ser interpretado, y no tan antilitúrgicamente en el momento de la presentación de dones o, peor todavía, en el momento de la consagración.
Aquí puedes lucir a tu coro, tus composiciones, tu arreglo vocal e instrumental o bien únicamente hacer uso de los instrumentos para este momento. Aquí es donde caben los cantos de evangelización que te gustan, que aprendiste en algún encuentro y quisieras interpretar. Aquí, en un ambiente de alegría y fraternidad canta para animar la fe de tus hermanos.
Toma en cuenta en tu elección del canto, que no sea uno de esos que, aunque hablan muy bonito del amor y otros valores, no fueron compuestos para el Señor.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario