Mostrando las entradas con la etiqueta coros y ministerios católicos. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta coros y ministerios católicos. Mostrar todas las entradas

jueves, 29 de agosto de 2024

La liturgia y la música

 


La Liturgia y la Música: Una Unión Profunda

La liturgia, como celebración del misterio de Cristo, encuentra en la música un aliado poderoso para expresar la fe, la alabanza y la unión con Dios. Esta unión entre la liturgia y la música es profunda y enriquecedora, pues ambas dimensiones se complementan y elevan la experiencia espiritual de los fieles.

La Música como Lenguaje Universal de la Fe

  • Expresión de lo inexpresable: La música nos permite expresar sentimientos y realidades espirituales que a menudo son difíciles de poner en palabras. A través de melodías y armonías, podemos comunicar la alegría, la tristeza, la esperanza y el amor que experimentamos en nuestra relación con Dios.
  • Unificación de la comunidad: El canto comunitario crea un sentido de pertenencia y unidad entre los fieles. Al elevar nuestras voces al unísono, experimentamos la comunión con nuestros hermanos y hermanas en la fe.
  • Encuentro con lo sagrado: La música nos transporta a un plano trascendente, facilitando el encuentro personal con Dios. A través de ella, podemos experimentar la presencia de lo divino en medio de nuestra comunidad.

La Función de la Música en la Liturgia

  • Realzar la oración: La música enriquece la oración, dándole un carácter más solemne y conmovedor. Los salmos, los cantos de alabanza y los himnos nos ayudan a dirigir nuestros corazones hacia Dios.
  • Proclamar la Palabra de Dios: Los cantos al Evangelio y los salmos responsoriales ayudan a la asamblea a meditar en la Palabra de Dios de una manera más profunda y participativa.
  • Celebrar los sacramentos: La música acompaña los momentos más importantes de la celebración litúrgica, como la Eucaristía, los bautizos y las confirmaciones, realzando su significado y belleza.

La Música y la Participación Activa

  • El canto como expresión de la fe personal: El canto no es solo una actividad pasiva, sino una forma de expresar nuestra fe de manera personal y comprometida.
  • La importancia de la formación musical: Ofrecer formación musical a los fieles les permite participar de manera más consciente y activa en la liturgia.
  • La creación de un clima de oración: La música adecuada puede crear un clima de oración y favorecer la participación de todos los presentes.

Elementos Clave de la Música Litúrgica

  • Texto: El texto de un canto litúrgico debe ser teológicamente correcto y fácil de comprender.
  • Melodía: La melodía debe ser sencilla y memorable, permitiendo una fácil participación de la asamblea.
  • Ritmo: El ritmo debe ser adecuado al carácter del canto y a la celebración.
  • Armonía: La armonía debe ser sencilla y clara, evitando disonancias que puedan distraer la atención.
  • Instrumentación: La instrumentación debe ser discreta y complementaria a la voz humana.

Desafíos y Perspectivas

  • La música en la cultura contemporánea: La música litúrgica debe adaptarse a los cambios culturales y a las nuevas sensibilidades de los fieles, sin perder su esencia.
  • La diversidad musical: Es importante valorar la diversidad musical y permitir la expresión de diferentes estilos y géneros dentro de la liturgia.
  • La formación de músicos litúrgicos: La Iglesia necesita músicos bien formados que puedan crear y dirigir la música litúrgica de manera competente.

En resumen, la música es un elemento esencial de la liturgia católica. Su función es enriquecer la celebración, facilitar la participación de los fieles y expresar la fe de manera profunda y conmovedora. Al elegir y utilizar la música en la liturgia, debemos tener en cuenta su función, su calidad y su capacidad para unir a la comunidad en la alabanza a Dios.

miércoles, 2 de enero de 2019

¿Hasta cuando cantar Villancicos?

Que tal hermanos en Cristo, la paz con ustedes. Hoy tocaremos el tema de ¿Hasta cuándo cantar Villancicos?, muchos de ustedes seguramente lo sabrán, pero tomando en cuenta a muchos que van iniciando en este hermoso ministerio de la música dentro de la celebración eucarística, o bien, si cualquiera de los lectores tiene inquietud por conocer,  responderemos esta pregunta.
 Tengamos en cuenta que la Navidad da inicio con la víspera de está misma festividad, es decir, la noche del 24 de diciembre, es en esta celebración en donde comenzamos a entonar Villancicos dentro de la misa, por lo regular en el canto de entrada, presentación  de dones (ofertorio), comunión y canto de salida. ¡mucho cuidado! con las parodias y cantos no litúrgicos, y me refiero en el canto del Gloria que es en donde más comúnmente se cometen faltas litúrgicas, el Gloria es una oración que se debe respetar tal cual en su letra.
 Aclarado ese punto, vayamos al tema en cuestión, ¿hasta cuando se nos está permitido seguir entonando villancicos?, pues esto será hasta el domingo siguiente a la epifanía del Señor (6 de enero), para este punto, es muy recomendable hablar con su párroco o padre encargado de la celebración, ya que depende también mucho de la decisión del mismo, recordemos que somos servidores y ante todo debemos respetar al sacerdote. Claro podemos comentar y hacerle ver con caridad los tiempos que nos marca la Iglesia, pero la decisión final la tienen ellos.

 Esperando que tengan un próspero año nuevo, les envío un caluroso abrazo y mis mejores deseos.
P.D. Si hay algún tema en el cual tengan duda déjenme su comentario y con gusto lo revisaremos y comentaremos a la brevedad.

Escrito por: Jesús Carrera, perteneciente al Ministerio Laudato Si, de Celaya, Gto., México. 

jueves, 16 de abril de 2015

Para cantar en Misa debes ser un buen músico litúrgico



Uno de los bemoles que en ocasiones encontramos en las escuelas superiores de Música Sagrada es que en ellas se aprende, se aprecia, se cuida y se cultiva el gusto por la interpretación de las grandes obras musicales compuestas  a lo largo de la historia para la liturgia y para la cultura general. 

Sin embargo, con frecuencia encontramos también que la carencia o el exceso de programas académicos y la rutina o las exigencias por cumplir dichos programas, hacen que estas escuelas cubran únicamente el aspecto técnico del asunto. Cuando se les escucha participando en la celebración -generalmente sucede eso-, queda en el ambiente el "olorcito" de que no todo esta bien como se plantea y de que no concuerda la teoría con la practica. Se escucha hermoso pero en la música litúrgica lo bello no basta. 

A continuación a sugerencia de la escritora Blanca Sánchez Gil, se presentan algunas características que debería tener un músico litúrgico o aquel que cante en Misa:

  • Es una persona de fe
Es decir, es una persona que cree con todas sus células en Dios y en la Iglesia. Una persona que cree en el poder divino que canta en ella misma. Una persona que no se turba con nada y se sostiene ante todo. Una persona que está plenamente consciente de lo que esta haciendo. Que esta viva y cree que este regalo de la música en su corazón no lo recibe porque lo merezca, sino por que es amada en su debilidad. Es alguien que hace un acto de voluntad y generosidad para donarse a la fe, rompiéndose al egoísmo solamente porque cree. Es una persona que sabe perfectamente que al elevar su canto en la liturgia, alguien la esta escuchando.

  • Es una persona de oración
Hay música que no le agrada escuchar al Señor. Jesús "detesta" ciertas músicas en boca de los hombres (Mc 7, 6-7; Is 29, 1-3; Am 5, 22-24; 6, 4-6; 8, 10). Su atento oído escucha todo y conoce la intención de todo. Quien canta en la liturgia solamente por cantar, solamente por ganar un estipendio económico, solamente por destacar sus cualidades, solamente por lo que sea y no hace de su canto una verdadera oración, creo que está equivocando su camino y vale más que lo reflexione, antes de que tenga que dar cuentas de su corazón y de su acción.

  • Es una persona competente
Es decir, es una persona que tiene calidad. Que sabe hacer bien lo que está haciendo. Que hace a cada instante un esfuerzo por vencerse a sí misma  en su mediocridad y trata de superarse técnica y espiritualmente. Que recuerda que "La alabanza corresponde al sabio" (Eclo 15,10). Que no se conforma nada más con "presentarse" a una celebración y "sacarla" como se pueda, sino que reconoce sus limites y procura superarlos. Es una persona que no se conforma con su mediocridad, sino que busca como derrotarla. Es una persona que tiene calidad también en su vida. Que sabe que hay que dar un "extra" y no se amedrenta, sino que tiene el coraje suficiente para hacerlo y tratar de vencerse sí misma.

  • Es una persona con capacidad para trabajar en equipo
Es decir, ¡es una persona libre! No tiene las ataduras de los complejos o del egoísmo. Sabe lo que tiene, sabe lo que es, sabe por quién lo tiene y para qué se lo dieron. Presta, da, ofrece, colabora, participa, se integra y convive con los demás miembros del equipo de liturgia. No es el clásico músico que piensa que su voz y sus canciones son las únicas "ungidas", las únicas que vale la pena que el pueblo "escuche". 

Un músico litúrgico, un coro que cante en misas o un organista que participe en ellas debe estar integrado al equipo de liturgia de la parroquia. No puede ni debe andar solo. Recuerda que la Iglesia es 100% ministerial y lo que tú haces al cantar en Misa es ejercer un ministerio, el ministerio del canto en la celebración. Por lo tanto no puedes estar ajeno a todos los otros servicios que se están prestando ni puedes estar ausente en la preparación de esa celebración, por que tú estás en equipo con todos.

Cabe decirte aquí que los músicos que se precien de ser litúrgicos no se sienten dueños del "escenario" (que no lo es, por supuesto) ni de ninguna celebración. (¿Has oído aquello de "mi Misa", o has caído en la trampa de enojarte cuando alguien participa en "tu Misa" o quiere "robarte" tu tiempo de cantar?)

Ya basta de estar haciendo numeritos de verdaderas guerras "escénicas" entre coro y presidente de la celebración, o entre coro y otros ministros. Ya basta de no dialogar y de no poner al servicio de la celebración lo que a cada uno le toca. 


  • Es una persona con capacidad para transmitir un mensaje
Algo muy técnico: sabe cantar, sabe usar un micrófono, sabe hablar bien y pronuncia correctamente las palabras cuando canta, tiene por lo menos un timbre agradable en su voz y practica las técnicas de vocalización y respiración apropiadas para hacerlas "lucir" más. ¡Es entonado o entonada!, es decir que, como requisito mínimo tiene alguna calidad de afinación en su voz, por lo menos la reconoce y sabe distinguir cuando su voz no reúne esos requisitos.

Hay muchos amigos de "buena voluntad" que solo tienen eso: buena voluntad para cantar, pero no pueden hacerlo por más que lo intentan y lo practican. Ya es algo que "no se les da". Cuando eso ya no se da... es mejor reconocerlo y tratar de servir en otro ministerio dentro de la celebración.

Esto lo digo por lo siguiente: un buen cantante o un buen grupo puede hacer que toda la celebración sea más viva, más plena, más rica. Hace que toda la asamblea se "conecte" en ese encuentro espiritual con Dios. Favorece la celebración y ayuda a crear el ambiente que ella misma necesita y requiere. Pero un mal cantante o un grupo desafinado y sin ninguna noción musical puede echar a perder toda la preparación de una celebración. Puede "sacar" al pueblo de ese encuentro y distraerlo. Hace que toda la asamblea se canse y rechace cualquier mensaje que se pudo haber reafirmado con el canto.

Algo más profundo: ya aclaramos que durante las celebraciones litúrgicas Cristo esta ejerciendo su sacerdocio y estamos actualizando el Misterio pascual: pues bien, si no has asimilado en tu vida el mensaje que vas a transmitir, dime cómo vas a lograr decirlo, contagiarlo, impregnarlo en el corazón de tus hermanos. ¿Cómo vas a usar el poder de la música para sembrar el Evangelio, la palabra de Dios, si tú mismo no la conoces, no la interiorizas, no la vives...?

  • Es una persona humilde
Es decir, no se hincha, ni se envanece. Pero no sólo esto, sino que sabe que lo que hace, lo hace bien por el Espíritu que lo esta asistiendo. Porque Dios así lo ha querido y porque a lo que el mismo Dios le ha dado, le ha puesto de sí toda su voluntad y su corazón. Reconoce que el talento que tiene es suyo, pero sabe quién se lo dio y no lo pierde de vista; por el contrario, cada día que pasa agradece haberlo recibido y tenerlo para servir y hacer que su paso por esta vida haya valido la pena. Toca perfectamente sus limitaciones y sus debilidades; ve con profundo corazón que es amado o amada por encima de ellas. Que aún a sabiendas de lo que es, lleva un "tesoro en vasija de barro".

La humildad es tener en justa balanza las cualidades y los defectos, reconocer lo que hacemos bien, sin perder de vista que no somos perfectos.

Bienvenida, cantando en misa una gran responsabilidad

Hola hermanos en Cristo, es un gusto saludarlos, seguramente vienes del blog http://ministeriolaudatosi.blogspot.mx/, si es así bienvenido estamos reorganizando los contenidos del mismo para que sea más fácil accesar a determinada información y para que este disponible para más usuarios y si entraste directamente también te damos la bienvenida, aquí encontrarás material teórico para que conozcas más acerca del ministerio de la música dentro de la eucaristía y de esta manera sea un instrumento de ayuda para ti, si es que perteneces a un coro y/o ministerio de música, quieres formar alguno y deseas conocer más acerca de este bello apostolado, o bien, para cualquier persona que tenga interés en conocer más del tema. Para los siguientes consejos nos apoyaremos en algunos libros: El  canto de Dios de (Roberto Duretti), y Como cantar en misa de (Blanca Sánchez Gil).

Bueno pues comencemos, primeramente debemos tener conciencia del servicio que estamos prestando, valorar de verdad la celebración Eucarística, si no logramos comprender esto, únicamente estamos cantando por cantar, debemos tener también el deseo de superarnos, tanto en el aspecto litúrgico como en lo musical, no debemos caer en la mediocridad, es triste ver a los coros sin idea de lo que están haciendo, con muchos errores que lejos de buscar una conversión de la persona y el encuentro de esta con el señor hacen lo contrario.

No basta con tener una voz bonita, o tocar de maravilla, si de verdad tenemos el deseo de servir correctamente debemos tener el deseo de conocer y acatar ciertas reglas que la iglesia nos muestra, con el único fin de que como se dijo anteriormente, exista un verdadero ambiente propicio de encuentro con nuestro Creador.

También es necesario comprender que existen dos canales o vías musicales, y debemos aprender a diferenciar la una de la otra:

  • Música litúrgica
  • Música para la evangelización
La primera como su nombre lo dice es específicamente para la celebración Eucarística, mientras que la otra es utilizada fuera de la celebración, como pueden ser encuentros juveniles, conciertos de evangelización, etcétera, por lo tanto y como ya decíamos, es necesario no estancarnos, debemos superarnos en todos los aspectos, bien lo dice la palabra: "Sean perfectos , como es perfecto su padre que esta en el cielo" (Mt 5, 48).