viernes, 3 de mayo de 2024

Año litúrgico, lo conoces?

 


Los tiempos litúrgicos de la Iglesia Católica

El año litúrgico es un ciclo anual que recorre los principales acontecimientos de la historia de la salvación organizados en seis tiempos:


1. Adviento:

 * Dura cuatro semanas y comienza con el domingo anterior a la Navidad.

 * Es un tiempo de espera y preparación para la venida de Cristo.

2. Navidad:

 * Comienza el 25 de diciembre con la fiesta de la Natividad del Señor.

 * Se celebra el nacimiento de Jesucristo y se extiende hasta la Epifanía (6 de enero).

3. Tiempo Ordinario:

 * Es el tiempo más largo del año litúrgico y se divide en dos partes.

 * Se celebra la vida ordinaria de Jesús y de la Iglesia.

4. Cuaresma:

 * Dura 40 días y comienza el Miércoles de Ceniza.

 * Es un tiempo de conversión y preparación para la Pascua.

5. Tiempo de Pascua:

 * Comienza con el Domingo de Resurrección y dura 50 días.

 * Se celebra la resurrección de Jesucristo.

6. Tiempo Ordinario:

 * Comienza el lunes después de Pentecostés y dura hasta el Adviento.

 * Se celebra la acción del Espíritu Santo en la Iglesia.

Colores litúrgicos:

Cada tiempo litúrgico tiene un color asociado que refleja su significado:

 * Adviento y Cuaresma: Violeta

 * Navidad y Tiempo de Pascua: Blanco

 * Tiempo Ordinario: Verde

 * Festividades: Rojo, Dorado

Importancia:

Los tiempos litúrgicos nos ayudan a vivir y celebrar los misterios de la fe a lo largo del año.


miércoles, 2 de enero de 2019

¿Hasta cuando cantar Villancicos?

Que tal hermanos en Cristo, la paz con ustedes. Hoy tocaremos el tema de ¿Hasta cuándo cantar Villancicos?, muchos de ustedes seguramente lo sabrán, pero tomando en cuenta a muchos que van iniciando en este hermoso ministerio de la música dentro de la celebración eucarística, o bien, si cualquiera de los lectores tiene inquietud por conocer,  responderemos esta pregunta.
 Tengamos en cuenta que la Navidad da inicio con la víspera de está misma festividad, es decir, la noche del 24 de diciembre, es en esta celebración en donde comenzamos a entonar Villancicos dentro de la misa, por lo regular en el canto de entrada, presentación  de dones (ofertorio), comunión y canto de salida. ¡mucho cuidado! con las parodias y cantos no litúrgicos, y me refiero en el canto del Gloria que es en donde más comúnmente se cometen faltas litúrgicas, el Gloria es una oración que se debe respetar tal cual en su letra.
 Aclarado ese punto, vayamos al tema en cuestión, ¿hasta cuando se nos está permitido seguir entonando villancicos?, pues esto será hasta el domingo siguiente a la epifanía del Señor (6 de enero), para este punto, es muy recomendable hablar con su párroco o padre encargado de la celebración, ya que depende también mucho de la decisión del mismo, recordemos que somos servidores y ante todo debemos respetar al sacerdote. Claro podemos comentar y hacerle ver con caridad los tiempos que nos marca la Iglesia, pero la decisión final la tienen ellos.

 Esperando que tengan un próspero año nuevo, les envío un caluroso abrazo y mis mejores deseos.
P.D. Si hay algún tema en el cual tengan duda déjenme su comentario y con gusto lo revisaremos y comentaremos a la brevedad.

Escrito por: Jesús Carrera, perteneciente al Ministerio Laudato Si, de Celaya, Gto., México. 

martes, 21 de abril de 2015

Los ritos conclusivos de la Misa


Los ritos conclusivos de la Misa

Finalidad
   Envío misionero
   Compromiso liberador
   Contenido
   Avisos a la comunidad
   Saludo y bendición
   Despedida

El canto de Salida

Saber despedirse es todo un arte. Un canto fraternal puede darle a este final un tono más amable y agradable. Es preciso que el pueblo que ha participado en la celebración salga a la calle con un compromiso, con una esperanza, con la sensación de haber crecido en fraternidad y con la decisión de dar testimonio en medio del mundo.
   Se forma la procesión de salida. La asamblea ha sido disuelta y es bueno que esta asamblea manifieste su alegría y su compromiso de vivir como cristianos eucarísticos.
   El canto de salida no forma parte de la liturgia, nunca ha sido parte oficial del rito. Es un canto que se llama Ad libitum, es decir, los músicos están en libertad de planificar y escoger la música que propicie una terminación adecuada a la Misa.
   Aunque algunos pastoralistas quieren suprimirlo, la psicología nos indica que no sería lo indicado, ya que cortar de esta manera la celebración no sería bueno.
   Éste es el momento en el que, por ejemplo, el Ave María tan solicitado para el rito del matrimonio, puede ser interpretado, y no tan antilitúrgicamente en el momento de la presentación de dones o, peor todavía, en el momento de la consagración.
   Aquí puedes lucir a tu coro, tus composiciones, tu arreglo vocal e instrumental o bien únicamente hacer uso de los instrumentos para este momento. Aquí es donde caben los cantos de evangelización que te gustan, que aprendiste en algún encuentro y quisieras interpretar. Aquí, en un ambiente de alegría y fraternidad canta para animar la fe de tus hermanos.

Toma en cuenta en tu elección del canto, que no sea uno de esos que, aunque hablan muy bonito del amor y otros valores, no fueron compuestos para el Señor.

lunes, 20 de abril de 2015

Liturgia de la Eucaristía



Liturgia de la Eucaristía
Finalidad
  • Encuentro personal con Cristo
  • El Hombre y Dios frente a frente
  • Cristo se hace Sacrificio, y con Él nosotros, al Padre por el Espíritu
Contenido
  • Presentación de dones
  • Plegaria eucarística (antiguamente llamada Anáfora o Canon)
La Plegaria tiene nuevos elementos:
  1. Prefacio: El Santo, Santo, Santo es el Señor
  2. Transición a la epíclesis
  3. Epíclesis
  4. Narración de la Institución
  5. Anámnesis
  6. Segunda epíclesis o invocación
  7. Conmemoración de los santos
  8. Intercesiones
  9. Doxología de Alabanza
Ritos de Comunión
  1. Padrenuestro
  2. Signo de la paz
  3. Cordero de Dios (Agnus Dei)
  4. Signo de la fracción del pan
  5. La comunión
  6. Oración después de la comunión
La música en la liturgia de la Eucaristía

1. Presentación de dones

   Nos ponemos ante ti

¿Canto de ofertorio o canto de presentación de dones?

Durante mucho tiempo, quienes cantamos en Misa hemos empleado mal el lenguaje al decir: el canto de ofertorio. Este momento litúrgico trata de la presentación de dones, no de la ofrenda del sacrificio de Cristo que se realiza a través de la Plegaria eucarística.
Hasta este momento el pan y el vino son únicamente dones que el pueblo congregado presenta al Señor para ser ellos, más tarde, el Cuerpo y la Sangre del Señor. Hasta este momento no hay víctima para ofrecer al Padre. Estamos solamente preparando los dones, así como Cristo lo hizo.
   Además del pan y del vino, tienen cabida otras posibles ofrendas. Puesto que no podemos arrancar nuestro corazón y depositarlo sobre el altar, damos algo nuestro, como el dinero o las cosas materiales. Conste que dije "ofrenda" y no "limosna". Nuestra Iglesia no es limosnera. En este momento tu propia vida es la que entregas al Señor, tus sueños, tus anhelos, tus problemas y también tus miserias, porque cuanto más valioso sea nuestro obsequio, más expresará nuestro amor.

¿Qué función tiene el canto de presentación de dones?

Ya quedamos en que lo llamaremos así, con su nombre litúrgico correcto: canto de presentación de dones y ya no canto de ofertorio.
   Esta colocado entre la Liturgia de la Palabra y la Plegaria eucarística. Es un momento menos intenso de la celebración y es una especie de respiro para toda la asamblea. Es una pausa en el camino de la celebración que nos debe permitir interiorizar la palabra escuchada y prepararnos fuertemente para la Plegaria eucarística.

¿Cómo se canta el canto de presentación de dones?

No necesariamente este momento debe ser cantado. Existen tres posibilidades musicales que puedes tomar en cuenta como músico para esta parte de la celebración:

a) La primera posibilidad es hacerlo todo en silencio o con una música de fondo, dándole un reposo al alma y a nuestros sentidos. Deberá cuidarse entonces que las piezas interpretadas por el instrumento no estorben ni roben esa paz que debe existir.

b) La segunda posibilidad es el canto. Aquí hay que señalar que los cantos que se elijan para este momento de la Misa los debemos revisar a conciencia en su letra y en su música. Ellos no deben insistir en el aspecto de ofertorio, sino en el aspecto de donación o entrega, o bien, de la alegría por sabernos hermanos reunidos en torno de Cristo o también pueden ser cantos que prolonguen el contenido entregado por Dios en la Palabra o el que se está viviendo en determinado momento litúrgico. Se recomienda que sus arreglos musicales sean suaves y bellos para que ayuden a destacar ese momento de reposo del que ya hablábamos. Este canto puede ser interpretado únicamente por el coro, con lo que adquiere el mismo sentido que la música de fondo, o puede ser cantado por toda la asamblea, lo cual no se debería hacer muy a menudo, ya que la obliga a estar activa, cuando en este momento la asamblea debe tener ese momento de reposo que ya comentamos. No debemos utilizar cantos que repitan el contenido de la oración universal o cantos que no tengan nada que ofrecer.

c) La tercera posibilidad es recitar en voz alta las plegarias de presentación de dones y que el pueblo conteste lo que les toca responder en ese momento: "Bendito seas por siempre Señor". Ello evidentemente no se tiene que hacer nunca cuando hay música de fondo y mucho menos si se esta cantando.


Cualquier posibilidad que tú elijas para ese momento, recuerda que no debe de alargarse más allá del tiempo que se tiene destinado para ello. Tienes que estar muy al pendiente y observar con mucho cuidado el ritmo que el celebrante lleva en la preparación de los dones, para que no termines antes o después que el presidente de la celebración, sino juntamente con él; de lo contrario estarías realizando mal tu función como músico litúrgico.

2. Santo, santo, santo es el Señor

   Núcleo de los motivos de alabanza y gratitud

¿Qué es el Sanctus?

El Santo, introducido a la celebración eucarística en el siglo IV en la Iglesia de Oriente y en el siglo V en la Iglesia de Occidente, es una expresión de reconocimiento hacia la grandeza y la santidad de Dios. Es una aclamación que une esta Iglesia terrestre a la Iglesia celeste.

   Es el canto más antiguo y el más importante del repertorio de los cantos llamados "del Ordinario".
   Es una oración compuesta en una parte por las palabras que el profeta Isaías oyó cantar a los serafines y la otra parte procede de la alabanza con la que la multitud aclamó a Jesús al entrar en Jerusalén.
   Es un modo de darle la bienvenida a Cristo, el cual está a punto de venir sobre el altar tan pronto el sacerdote pronuncie las palabras de la consagración... ¿No te parece extraordinario?

El Sanctus es la manera de preparar el alma a la venida del Señor en lo íntimo de nuestro ser.

¿Quién canta el Santo?

Es un canto que le pertenece al sacerdote y al pueblo; es un canto que pertenece a toda la asamblea congregada.
   No, no pienses que no te toca cantar. El coro y los músicos también somos pueblo. Es en este canto donde todos nos unimos al coro de los ángeles y los arcángeles para aclamar y alabar a Dios por sus bondades.
   La función que debes tener como músico litúrgico en este momento es la de animar a la asamblea a que cante y la de respetar íntegramente el texto "oficial" del Santo cuando se trate de elegir uno ya compuesto o tú vayas a componer alguna melodía para esta hermosa letra.
   Si hay algún canto que debamos respetar completamente y cuidar que sea respetado, ése es el Santo, Santo, Santo es el Señor.
   Cambiar o alterar el texto supone privar a la asamblea de la intervención que le corresponde. Si no "cantamos con los ángeles y los arcángeles"... nos "salimos" de la celebración celestial. ¡Únete sencillamente!

¿Cómo se canta el Santo?

Como el Santo es una aclamación al Señor, debe ser entonado con entusiasmo, con alegría, con energía.
   Recuerda que es todo tu ser dándole alabanza a Dios. Al mismo tiempo no pierdas de vista que es un canto celestial que debe ser acompañado musicalmente por una melodía bella, que invite a cantar desde lo más profundo del alma esta oración. Es un canto al que debemos darle una estructura musical sencilla, fácil de aprender y de repetir por la asamblea.
   Componer una melodía sencilla no significa sólo crearla utilizando "la primera y la segunda" de un tono, sino poniendo el empeño musical para lograrlo bellamente.
   Ése es también el compromiso de tu ministerio como músico en la liturgia: "elevar" tus conocimientos musicales; es decir: superarte.

3. Anámnesis o aclamación conmemorativa

   Salvación por Cristo

Es el momento en que decimos: Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección. ¡Ven, Señor Jesús! o Cada vez que comemos de este pan y bebemos de este cáliz, anunciamos tu muerte, Señor, hasta que vuelvas, o bien. Por tu cruz y resurrección nos has salvado, Señor.

   Estas respuestas aclamatorias con las oficiales y son propiamente una conmemoración del sufrimiento y la glorificación del Señor, con una expresión de fe en su venida.
   La variedad en cantar estos textos y en la música es deseable. Así que a componer, amigos músicos.

4. El Amén solemne

   El verdadero ofertorio

El sacerdote eleva la Víctima preciosa, que es Cristo, y pronuncia las palabras: Por Cristo, con Él y en Él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos; entonces los fieles dan su asentimiento y hacen suyas esas palabras contestando vigorosamente: Amén.
   Ahora sí que hay "Víctima" que ofrecer al Padre. Cristo es elevado al Padre, como ofrenda viva una vez más. ¡Éste es el verdadero ofertorio, el único ofertorio, el santo ofertorio... la divina Ofrenda que una vez más se entrega por la salvación de todos los hombres.
   Por ello te digo que hay que cantar Amén vigorosamente, porque es el signo con el que se agradece, se asiente, se acepta y se reconoce en ese Cuerpo y en esa Sangre elevadas, al único Salvador, al único Amor.
   Hay que cantarlo siempre. Es lo deseable ya que, litúrgicamente hablando, es lo correcto.

5. El Padrenuestro

   Conciencia de ser hijos y hermanos

¿Qué es el Padrenuestro?

El Padrenuestro es uno de los más grandes tesoros de la Iglesia. Para nosotros los músicos cristianos tendría que ser la Iglesia. Para nosotros los músicos cristianos tendría que ser la perla más preciosa y preciada que tenemos y que guardamos en el mejor cofre de nuestro corazón. La acariciamos, la protegemos y por todos los medios debemos evitar su manipulación así porque sí.

¡Es la misma oración que Cristo nos enseñó!

Es ni más ni menos, Palabra de Dios. Es la oración por excelencia con la que nos manifestamos como hijos del Padre y hermanos de Jesucristo. Pedimos el perdón de nuestros pecados y el pan de cada día. Nos comprometemos con el amor al hermano y declaramos nuestra fe.
   Con el Padrenuestro en la Misa, comienza nuestra preparación inmediata en el Banquete pascual, comienza el rito de la comunión.

¿Siempre debe cantarse el Padrenuestro?

No, no siempre debe cantarse, también esta permitido recitarlo. Se puede cantar únicamente en las celebraciones dominicales o en las solemnidades.
   Lo que debemos recordar es que el Padrenuestro debe ser cantado o recitado con el corazón, sin prisa, meditado en cada palabra que vamos pronunciando. Fijémonos en lo que estamos diciendo, ya que, como se expresó anteriormente, es el mismo Cristo el que habla en nosotros al Padre. Ora y alaba en nosotros, con nosotros y por nosotros.

¿Quién canta el Padrenuestro?

Es un canto de la asamblea. Le pertenece al pueblo. Debe ser entonado por todas las personas congregadas. Es un momento que no acepta exclusividades, adornos corales complicados, y tampoco acepta cambios en el texto original. No podemos alterar la letra porque el autor de la letra no es otro sino Cristo.
   Eso nos recuerda cada vez la monición que introduce el Misal Romano al Padrenuestro: Fieles a la recomendación que nos hiciste y siguiendo la letra que nos dejaste, nos atrevemos a cantar.
   ¡Músico litúrgico, en este momento particular siéntete orgulloso porque vas a cantar letra divina, porque vas a entonar el mismo texto que Cristo pronunciara una vez. Porque tienes la oportunidad de ponerle música a su propia inspiración.
   Ante tal distinción, si eres compositor ¿qué música le harías? Y si eres cantante ¿cómo lo cantarías? ¿Lo habías pensado así?

¿Cómo se canta el Padrenuestro?

Reflexionando lo anterior, creo que sobra recomendar que cada vez que se entone el Padrenuestro, no hay que hacerlo de dientes para afuera, sino con toda el alma, con todo el pueblo, en unidad y con toda la energía positiva, con toda la fe.
   Procura que la comunidad conozca perfectamente la melodía y ensaya previamente con ella tus arreglos corales. En ese momento cumple tu función con calidad.

6. Doxología del Padrenuestro

Estas palabras de alabanza: Tuyo es el reino, tuyo el poder y la gloria por siempre, Señor, son cantadas por todos, especialmente cuando se canta el Padrenuestro. También aquí el coro puede realzar la aclamación con armonía. Esto quiere decir: sin cambiar la letra... ¡cántalas! Por lo menos en las solemnidades... (Aunque cada celebración es y debiera ser una solemnidad, ¿qué no?)

7. El Cordero de Dios o Agnus Dei

¿Qué es el canto del Cordero de Dios?

Es un canto sacrificial que da sentido al gesto de Jesús, que partió el pan diciendo: Tomad y comed... Bebed todos de él, y que acompaña la fracción del pan.
   El mismo Cristo se parte para todos en este momento de la celebración de la Eucaristía y nosotros le pedimos una vez más que venga a nuestro corazón, que tenga piedad de nuestra debilidad y nos conceda su paz.
   Es pues un canto litánico para acompañar la partición del pan en preparación para la comunión.

¿Por qué a este canto se le llama también Agnus Dei?

Porque Agnus Dei en latín significa Cordero de Dios. El evangelio de Juan y el Apocalipsis llaman así a Jesús. En la iconografía se llama Agnus Dei a la figura de un cordero con una herida, con una bandera y un halo que seguramente tú ya has visto en sagrarios, ornamentos, en el cirio pascual y algunos otros objetos litúrgicos. Con ella se alude a la muerte, resurrección y totalidad del sacrificio de Cristo, evocado en la Eucaristía.

¿Quién canta el Cordero de Dios?

A diferencia del Santo, Santo, Santo es el Señor y del Padrenuestro, el Agnus Dei o Cordero de Dios no es necesariamente un canto del pueblo y por lo tanto puede ser cantado solamente por el coro o el solista, aunque se sugiere que el pueblo cante las respuestas Ten piedad de nosotros y Danos la paz.
   Hagamos caso a esta sugerencia y entonces, como buenos músicos en la liturgia, habremos de procurar que el pueblo cante esta parte que le corresponde.

¿Cómo se canta el Agnus Dei?

El canto tiene dos partes: una que llamaremos la invocación, es decir, donde cantamos Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo y la otra que llamaremos la respuesta, es decir, ten piedad de nosotros y danos la paz. Se llama respuesta porque, como ya dijimos, es la parte cantada donde responde el pueblo u otra parte del coro.
   La respuesta y la invocación podrán ser repetidas según exija la acción.
   Recuerda que no es el momento de un lucimiento coral, sino de acompañar el momento litúrgico que se está viviendo, aunque cante el coro solamente.

Sugerencias para cantar el Cordero de Dios

Veremos cuatro pistas para que tu coro y tú puedan cantar mejor el Agnus Dei.

  1. Nunca sustituir este canto por un canto de los llamados "Cantos de paz", ya que de ningún modo un canto de este tipo puede sustituir el Cordero de Dios.
  2. Comienza a cantar en el momento en que veas que el sacerdote toma el pan para partirlo. Exactamente ahí debe iniciar este canto.
  3. No tengas miedo al silencio que puede acompañar el signo de "dar la paz". Recuerda que el silencio también es ¡música! Espera... En este momento de la paz no es necesario decir palabras, basta sólo con apretar las manos o darnos un abrazo y es mejor no cantar nada. Si hay que decir algo se dirá: La Paz del Señor esté contigo y se contesta: Y con tu espíritu.
  4. No alteres el texto litúrgico original cuando trates de componer una melodía. Procura que el arreglo musical y coral sea sencillo, breve y suave. Toma en cuenta en la composición musical las formas de invocación y respuesta.
8. El canto de la Comunión

   Misterio de Cristo y comunión fraternal
   Identificación con el Cristo del evangelio del día
   Los frutos de una vida en Cristo

¿Qué es el canto de la comunión?

Es el segundo de los dos cantos llamados procesionales que existen en la Liturgia de la Eucaristía. Es un canto que expresa el gozo que sentimos todos por la unidad en el Cuerpo de Cristo, y manifiesta la realización del misterio que se está celebrando.

   Es el momento en el que con mayor razón nos sentimos unidos y hermanos. Es el momento en el que todos comemos de un mismo pan y bebemos una misma sangre. Es el momento en que celebramos la unidad de la Iglesia. Esto nos da alegría y ánimo para continuar caminando.

¿Qué cantos puedo elegir para este momento de la celebración?

En general, durante los tiempos más importantes del año litúrgico: Adviento, Navidad, Cuaresma y Pascua de Resurrección, es preferible que la mayor parte de los cantos usados en este momento sean de una naturaleza propia del tiempo litúrgico que se celebra.
   Es decir que por ejemplo, en Adviento, puedes entonar cantos que resalten el sentido de espera, que hablen de que el Señor está cerca y pronto nacerá, de que hay que preparar el corazón para que sea hoy un pesebre. En Pascua de Resurrección tus cantos manifestarán el gozo de la nueva vida que nos fue alcanzada por el sacrificio de Cristo, de que Él esta vivo y venció la muerte. Tú puedes ir haciendo la elección de tus cantos si pones atención a la letra del mismo y al tiempo o momento litúrgico de que se trate.
   Para el resto del año litúrgico o lo que es lo mismo, para el Tiempo ordinario, pueden usarse cantos que no choquen con el carácter pascual de cada domingo.

¿Quién canta el canto de comunión?

Es un canto en el que el pueblo debe participar entonando aunque sea la parte que llamamos "coro", ya que con ello también se manifiesta claramente esa unidad de la que hablábamos anteriormente.

¿En qué momento debe iniciar el canto de comunión?

Es un canto que inicia cuando el sacerdote comulga, y que se prolonga mientras los fieles comulgan hasta el momento que se juzgue oportuno.
   Un buen músico litúrgico sabe que el canto comienza al comulgar el sacerdote y se debe terminar cuando terminan los fieles de comulgar. Esto tiene la siguiente explicación. Hay un momento después de la comunión que es importante que lo vivan todos los presentes en la celebración, incluyendo a las personas del coro y a los músicos, se llama silencio sagrado. Es un momento de paz interior que se manifiesta con el silencio exterior y nos ayuda a comunicarnos íntimamente con el precioso y divino huésped que ha llegado.
   Un músico no tiene derecho a robarse este momento por un mero lucimiento personal.
   Además, cuando están por comulgar los últimos fieles de la fila, se presenta la mejor oportunidad para que el propio músico también comulgue y participe del Banquete, sin quedarse fuera de la celebración plena.
   No te quedes fuera de este momento y deja que el silencio haga cantar los corazones de los hijos de Dios ahí reunidos, permite que tu comunidad entregue también su propia composición y su propio canto.

¿La música instrumental puede usarse para este momento?

El canto de comunión debe ser cantado. La música instrumental puede usarse para acompañar el silencio sagrado del que ya hablamos. Pero nunca como un concierto y ni siquiera con volumen alto o lo que pareciera un volumen "normal".
   Esta música instrumental debe ser interpretada muy suavemente, de modo que no interrumpa a los fieles y mucho menos les estorbe. Si se ejecuta tiene una función muy específica, solamente acompaña, no incomoda.

Liturgia de la Palabra



Liturgia de la Palabra


Finalidad:
  • La proclamación de la Palabra de Dios
  • Recibir la Palabra de Dios que se proclama
  • Responder a esa palabra
Contenidos: Ocho elementos constituyen esta parte
  • Primera Lectura
  • Salmo Responsorial
  • Segunda Lectura
  • Aclamación antes del Evangelio (Aleluya)
  • Proclamación del Santo Evangelio
  • Homilía
  • Profesión de fe (Credo)
  • Oración universal

La Música en la Liturgia de la Palabra

Nota aclaratoria: El Salmo responsorial no lo vamos a "tocar" nosotros aquí, por que no le toca a los "chicos del coro" acapararlo, ni mucho menos al que dice que tiene mejor voz, sino que ese ministerio es todo un ministerio aparte del ministerio de música.
El salmista es otro ministro con un oficio distinto al que tú tienes como parte del coro.

1. El Aleluya

   El núcleo de la palabra

¿Que es el aleluya?

Dentro de la clasificación de cantos en la liturgia, este canto esta considerado dentro del grupo de las aclamaciones.

La palabra "aleluya" tiene su origen en una expresión hebrea que significa ¡Alabad a Yahvé! o ¡Alabado sea Yahvé!

El Aleluya es la alegría que se canta a sí misma porque no tiene palabras para expresarse. Se asemeja a ciertas formas de júbilo que hay en todos los pueblos, como un milagro de alegría, de poder estar contentos.

San Agustín escuchó ese cantar sin palabras en los campos y las viñas de su país y predicó sobre ello en forma maravillosa. Es un grito de aclamación a Cristo, Maestro y Señor.

Antiguamente se cantaba alargando únicamente las vocales de la palabra y haciendo variaciones melódicas sobre ellas:

   Aaaaa,leeeeee,luuuuu, yaaaaaaa

En el siglo VIII se agregó un verso de alabanza tomado de un salmo del Evangelio o cualquier otro texto de la Sagrada Escritura.

El aleluya indica, en Misa, que hay que prepararnos a escuchar a Cristo en el santo Evangelio.

¿De dónde se obtienen estas frases?

Las frases que son cantadas en la parte intermedia del Aleluya son de la Sagrada Escritura y se encuentran en el libro llamado Leccionario, el cual propone los versos especiales para cada domingo ordinario y también una colección de versos comunes que se pueden utilizar en cualquier domingo del mismo tiempo litúrgico o en las ferias de entre semana.

El Misal mensual y los Propios mensuales traen la frase de una manera muy fácil de encontrar.

¿Quién canta el aleluya?

Toda la asamblea reunida debe cantar el Aleluya, así toda la comunidad expresa su alegría. Todos deben participar del gozo de tener un encuentro fuerte con el Señor, que habla. Es toda la asamblea que se pone en marcha hacia el Señor, aclamando con entusiasmo, dentro de un ritmo comunitario y coral.

Por eso no se vale convertir el Aleluya en un canto de estructura similar a la de un salmo responsorial, así como tampoco dejarlo de cantar.

¿Cuál sería la forma ideal de cantar el Aleluya?

Con alegría y con gozo, en una postura de pie y atención. Con una distribución del canto de la siguiente manera: inicia un solista o un pequeño coro cantando ¡Aleluya!, enseguida la asamblea contesta: ¡Aleluya!, posteriormente la asamblea canta el versículo y todos repiten Aleluya para terminar.

Así sería la forma ideal de cantar el Aleluya. Es así verdaderamente otro de los cantos llamados, "interleccionales" -el otro canto interleccional es el salmo responsorial-.

La asamblea que antes ha escuchado, meditado y sentido, ahora aclama jubilosa al Señor. Sin embargo, si no es posible que la asamblea sepa y ensaye el verso intermedio, pues que lo cante el pequeño coro o un solista.

¿Siempre se canta el Aleluya?

No. Durante el tiempo litúrgico de la Cuaresma se omite la palabra "Aleluya" y un verso breve de carácter aclamatorio lo reemplaza.
Nosotros conocemos este verso como Honor y gloria a Ti, Señor.

Debemos tomar en cuenta también lo que la Introducción General del Misal Romano señala cuando se refiere al Aleluya en el número 39. Dice "si el Aleluya no se canta puede omitirse". Otras opiniones calificadas recomiendan que debe omitirse si no se canta. Sin embargo, nosotros como músicos hemos de procurar que siempre se cante de la mejor manera posible.

El Aleluya es un canto que debemos cantar todos.


2. El Credo



   Síntesis de la fe proclamada



El Credo es la profesión de fe de la Iglesia. Es una respuesta a la Palabra de Dios. Tiene un valor de tradición que expresa la unidad de la Iglesia en la misma fe.



   Los domingos y las solemnidades hay que "gritar" esta fe con mucha devoción y pasión. Es nuestra fe. Es en lo que creemos. Es lo que en esencia somos, lo que nos identifica, lo que nos hace hijos, hermanos, Iglesia.



   Antes -mucho antes-, esta profesión de fe se cantaba con frecuencia... pero en nuestros días, cantar el Credo es casi casi una posibilidad nula. Razones de tiempo, de dificultad para musicalizar un texto tan largo y tan bello de una manera sencilla, de modo que lo pudiéramos cantar todos, imposibilitan que hoy día se cante los domingos o en las solemnidades. Esto sólo algunas ocasiones lo vemos y escuchamos ahora transmitido desde el Vaticano por televisión.



   Sin embargo debes saber que el Credo es lo que eres... es tu razón de ser... que antes se cantaba pero que, hoy, hay que recitarlo de forma convincente, viva, enérgica y encarnada.



   Si lo cantas... sólo cuida que todos lo canten, porque esta profesión de fe es de todos. Puedes hacerlo de manera alternada por un solista y el pueblo, o bien por dos coros.

jueves, 16 de abril de 2015

Los Ritos Iniciales de la Misa



Los ritos iniciales de la Misa:

Finalidad:
  • Congregar la asamblea
  • Propiciar la unidad de los hermanos
Contenido: Lo constituyen siete elementos
  • Canto de entrada
  • Saludo al altar
  • Saludo a la asamblea
  • Rito penitencial
  • Kyrie, Eleison o Señor, ten piedad
  • Himno del Gloria
  • Oración colecta
La música en los ritos iniciales de la Misa

1. El canto de entrada
La búsqueda de Dios a través de la Iglesia
El amor de Dios, que nos eligió y nos convoca
Un aspecto de la salvación según el tiempo litúrgico

¿Qués es el canto de entrada?
Para iniciar algún acontecimiento importante hay que hacerlo bien. No se puede hacer una presentación floja de aquel momento que se va a vivir y es de suma importancia.

El canto de entrada es pues muy importante, ya que es el que da inicio a la celebración de la Misa. Debe suscitar la fe de la comunidad, congregarla y unirla. Se dice que es un canto funcional, pues debe cumplir esta función.

Con este canto inicia la primera parte de la Celebración eucarística. Comienzan los ritos iniciales de la celebración.

¿Quién canta el canto de entrada?
El canto de entrada es un canto que debe entonar toda la asamblea reunida. Es un canto del pueblo. Es un canto de todos, pues todos vamos caminando juntos. Se recomienda que todos los asistentes lo sepan para que todos los canten. Por lo menos la parte a la que llamamos el coro.

La labor correcta de los músicos en este momento será de logar que toda a asamblea entone el canto de entrada. Si lo logran, estarán haciendo lo que deben hacer.

¿Cómo se canta el canto de entrada?
Es un canto que acompaña el caminar de la Iglesia hacia la casa del Padre. Es un canto que acompaña la procesión de inicio, por lo tanto debemos entonarlo con alegría, con júbilo, con entusiasmo, porque así lo requiere el momento litúrgico.

¿Cómo puedo elegir el canto de entrada?
Hay que poner en práctica algunas recomendaciones y observar con cuidado que un canto de entrada manifiesta:

Lo que manifiesta un canto de entrada:

a) La búsqueda de Dios a través de la Iglesia.
b) El amor de Dios, que nos eligió y nos convoca.
c) Un aspecto de la salvación según el tiempo litúrgico.

Recomendaciones:
  1. Selecciona cantos que tienen un carácter procesional y sepáralos. Es decir, selecciona los que hablas de caminar, peregrinar, subir, andar juntos, como Iglesia, en unidad, que hablas de ir hacia la casa del Padre, de llegar al altar, de ponerse en marcha, de avanzar, de levantarse y continuar.
  2. Si son pocos los que encontraste, no te preocupes, por lo menos ya los detectaste y sabes ahora que un canto de entrada debe tener un carácter procesional.
  3. Revisa la forma en que los cantas hoy, es decir tus arreglos musicales y corales. Considera si tienen entusiasmo, energía y júbilo para animar esta procesión. También debes revisar tu corazón, si de verdad se siente ese gozo y ese deseo de caminar en unidad.
  4. Pregúntate si todos estos cantos ya los conoce tu comunidad, si los están cantando o no todos los asistentes.
  5. Si todavía estás cantando tú solo o sola; o exclusivamente el grupo de músicos está interpretando el canto de entrada... te sigue haciendo falta corregir algo.
  6. Durante los tiempos más importantes del año litúrgico: Adviento, Navidad, Cuaresma, Pascua, es preferible que la mayor parte de los cantos usados en la entrada sea de una naturaleza propia del tiempo.
2. Señor, ten piedad.
"Señorio de Cristo, misericordia y alabanza"
 Kyrie, eleison, es una antigua forma en que pedimos al Hijo, nuestro Señor (Kyrie), quien conoce nuestra condición humana, que se apiade de nosotros. (eleison).

La letanía corta del Señor, ten piedad fue tradicionalmente una oración de alabanza a Cristo resucitado.

Ha sido resucitado y hecho Señor, por lo que le pedimos que muestre su amorosa bondad.

La liturgia latina conservó esta fórmula en lengua griega para subrayar el sentido oriental de "Hexomológesis", es decir, la confesión y proclamación del señorio de Cristo resucitado cobre la humanidad y su historia. Por eso esta aclamación no es trinitaria, sino cristológica, dirigida a Cristo, Señor por excelencia.

Tiene un sentido de grito de petición, de entusiasmo aunque la letra sea sencilla. Debe ser una expresión viva, como aclamación a Cristo Jesús implorando su misericordia.

¿Cómo se canta el Señor, ten piedad?
El Señor, ten piedad puede recitarse, pero cuando se canta debe observar estas directrices que nos ayudarán, como músicos, a realizar mejor nuestra función.

Recomendaciones:

  1. El texto debe ser una letanía corta, Hemos de cantar solamente el texto Señor, ten piedad. El de nosotros ya no tiene caso decirlo, pues si lo decimos estamos repitiendo algo que ya dijimos. Existen ya varias formas de cantarlo que incluyen el de nosotros. Puedes continuar cantándolos, no hay mucho problema, pero tú puedes componer melodías bellas y sencillas en donde esto ya quede excluido, con un arreglo musical o coral breve y simple, a fin de no dar una importancia indebida a este momento.
  2. Señor, ten piedad, es un canto que debemos animar a que la asamblea reunida lo cante, que responda y aclame, que viva y goce.
  3. Hay que procurar que aunque sea un canto breve y aparentemente simple, no se deje de cantar por lo menos en las celebraciones dominicales y en todas las festividades.
  4. No debes alterar la "letra oficial".

3. El himno del gloria.

¿Qué es el himno del gloria?
El gloria es un himno antiquísimo que data aproximadamente del siglo II d.C.

Es una hermosa doxología o alabanza a Dios, fruto poético de las comunidades cristianas primitivas, cuya fuente es la Biblia. El Gloria nos invita a glorificar a Dios Padre y a Cristo Cordero de Dios. Es una invocación trinitaria de la antigüedad. Es la forma en la cual la Iglesia, reunida en el Espíritu Santo, alaba al Padre y suplica al Hijo, Cordero y mediador.

¿Has caído en la cuenta de lo que este hermoso himno dice:

Gloria a Dios en el cielo y en la tierra az a los hombres que ama el Señor

nos permite hacer nuestros, en la santa Misa, estos dos grandes anhelos, dar gloria a Dios y pedir la paz para los hombres? Esa paz que es termómetro y signo de la presencia de Dios en el corazón.

Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos, te adoramos, te glorificamos, te damos gracias

¡Es todo un programa de vida decir esto! En él esta comprendido lo que el cristiano debe hacer de su vida. Para eso nacimos y para eso vivimos: para adorarlo y glorificarlo. Para darle gracias por tanto amor.

¿El himno del Gloria se canta o se recita?
Este himno de alabanza, alegre y festivo, queda muy desdibujado en la mayoría de las celebraciones, sobre todo porque al no cantarse pierde buena parte de su sentido.
Como himno laudativo, el Gloria debe ser cantado y debe ser cantado por toda la asamblea preferentemente. Sin embargo también el himno lo puede entonar sólo el presidente de la celebración, el director del coro o un grupo de cantantes o cantores. Puede ser una oportunidad para que el coro cante sólo en ocasiones festivas, aunque lo ideal sería cantarlo todos juntos, todo el texto o bien alternando la asamblea con el grupo de cantantes. Si no se puede cantar, será necesario encontrar las maneras más idóneas para que no sea leído de una manera simple, recitado sin gracia. Un buen declamador u orador que tenga buena entonación, pronunciación y puntuación es mejor que lo haga él solo o alternando con la comunidad.

¿En el año litúrgico siempre se canta el Gloria?
No. Hay dos tiempos del año litúrgico en los que se suprime el Gloria: en Cuaresma y en Adviento no se canta ni se debe recitar, al menos que se trate de una solemnidad. En esos casos se canta o se recita, como por ejemplo: el 12 de diciembre, que cae en tiempo de Adviento pero que es una gran celebración para todos los mexicanos y los latinoamericanos. Ahí hay que cantar el gloria con mucho fervor y júbilo. Lo mismo en Navidad y la Vigilia Pascual, la noche santa de la resurrección.

¿Cómo se canta el Gloria?
Existen graves errores que cometemos y hemos cometido por mucho tiempo al cantar el himno del Gloria. Hemos creído que con el solo hecho de que un texto musical incluya en alguno de sus versos la palabra "gloria", ya con eso es suficiente para hacer de aquél un canto propio para ese momento litúrgico.

Recomendaciones:
  1. Revisa el texto de tu Gloria. Comprueba que la letra del mismo sea el texto oficial litúrgico, es decir, el mismo que te sabes de memoria y recitas en ocasiones. Si no lo es... ¡deséchalo! Y mejor compónle alguna melodía a tan hermoso texto.
  2. Observa que el arreglo musical sea alegre y festivo, para que pueda ser cantado como himno de alabanza.
  3. Procura que ese arreglo sea sencillo y bello para que la asamblea cante contigo y con tu grupo.

Esquema general de un acto liturgico



Todos los actos litúrgicos constan de cuatro partes fundamentales:

a) Ritos iniciales
b) Liturgia de la palabra
c) Liturgia propia del sacramento (en este caso de la Eucaristía)
d) Ritos conclusivos

Con esto vemos que todo acto de culto litúrgico tiene un momento de inicio, una bienvenida, un saludo.

Una proclamación de la Palabra de Dios.

Su propia liturgia... es decir, sus propias formas, momentos, palabras y actitudes especiales para celebrarlo. Por ejemplo, el rito del matrimonio o el rito del bautismo no se llevan a cabo de la misma manera. Cada uno tiene su propio ritual.



Y por último, todos estos actos tienen su forma especial de concluir, de continuarse en la vida diaria.